ALFABÉTICO 50
Con esta nueva serie de vuelos quiero recordar aquellos de los Chárter que no tuvieron ningún "novio", que nadie los hizo en su momento. Me gustaría que les dieráis una oportunidad, que el trabajo que supuso prepararlos y publicarlos se viera correspondido por vuestra parte volándolos.
Con que sólo uno de los pilotos de la Sección se adjudique y vuele cada uno de ellos para que al menos tengan un 1 en la casilla de REPORTES me sentiré recompensado, y sabré que el trabajo dedicado no habrá sido en vano.
GRACIAS
AUNQUE EL VUELO ORIGINAL ESPECIFICARA UN TIPO DE AERONAVE, ESTOS VUELOS SE PODRÁN REALIZAR CON EL APARATO DE VUESTRA ELECCIÓN.
VUELO ORIGINAL
Nicolae Ceaucescu, el Rey del Comunismo - 2
Fecha del vuelo:15/12/2012 - 05/01/2013
Tipo de vuelo:Un solo vuelo
Código de vuelo:ALZ9998
Origen:LRTR - TIMISOARA GIARMATA (RUMANÍA)
Destino:LEBL - BARCELONA EL PRAT
Alternativo:LERS - REUS
Estado:Inactivo
16 de diciembre de 1989. Comienza en Timisoara la revolución que derrocará el régimen del dictador Ceaucescu
La Revolución rumana de 1989 (en rumano Revoluția română din 1989) se refiere a una serie de conflictos y enfrentamientos en los últimos días de diciembre de 1989. La conclusión de este episodio de la historia de Rumania supuso el final del régimen estalinista de Nicolae Ceaușescu. Los actos violentos que ocurrieron en varias localidades rumanas durante aquellos días condujeron al dictador al abandono del poder y su huida de Bucarest, en compañía de su esposa, Elena Ceauşescu. Capturados en Târgovişte, fueron enjuiciados por un tribunal militar creado ex-profeso bajo los cargos de genocidio, daños a la economía nacional y abuso del poder para ejecutar acciones militares contra el pueblo rumano. Hallados culpables de todos los cargos, fueron ejecutados el 25 de diciembre de 1989. Rumania fue el único país del bloque del Este donde la transición desde el Estado socialista a uno de mercado implicó la ejecución de los líderes del país.
El número total de muertos debidos a la Revolución Rumana fue de 1.104, de los que 162 decesos ocurrieron en las protestas que pusieron punto final al régimen de Nicolae Ceauşescu (protestas ocurridas del 16 al 22 de diciembre de 1989) y las restantes 942 en los disturbios ocurridos antes de la toma del poder por parte de una nueva estructura política, llamada Frente de Salvación Nacional (FSN). La mayoría de las muertes ocurrieron en ciudades como Timişoara, Bucarest, Sibiu y Arad, donde las protestas alcanzaron magnitudes mayores. El número de heridos llegó a 3.352, de los que 1.107 corresponden al período en que Ceauşescu aún detentaba el poder, y los restantes 2.245 corresponden al período posterior a la toma del poder por parte del Frente de Salvación Nacional.
El 16 de diciembre estalló una protesta en Timişoara (occidente de Rumania) en respuesta al intento del gobierno socialista de desahucio en contra de László Tőkés, pastor luterano magiar,4 y su esposa, que a la sazón se encontraba embarazada. Por aquellos días, Tőkés había emitido ciertas críticas hacia el régimen de Ceaușescu en un medio internacional. En su discurso, el religioso acusaba al gobierno rumano de propiciar el odio racial. Tőkés fue destituido de su cargo eclesiástico por el obispo de su iglesia, a petición expresa del gobierno. Además, se le privó del derecho a ocupar un piso al que tenía derecho en tanto fuera miembro de la congregación religiosa. Durante algunos días, los simpatizantes del religioso se concentraron en las inmediaciones de dicha vivienda, con el propósito de evitar el desalojo y desahucio de Tokés. Las personas que pasaban por las inmediaciones de los manifestantes, incluidos algunos estudiantes religiosos de la ciudad, ignoraban los detalles del asunto, pero los simpatizantes del pastor les convencieron para unirse a la protesta, con el argumento de que se hallaban frente a un nuevo intento del gobierno para restringir la libertad de culto en Rumania.
Dado que los manifestantes se negaban a dispersarse por su propia voluntad, el alcalde de Timișoara, Petre Moț, declaró sin efecto la orden de desalojo contra Tőkés. Mientras tanto, los impacientes manifestantes —sobre todo cuando el alcalde evitó confirmar la supuesta revocación del desahucio contra el pastor magiar— comenzaron a vocear consignas anticomunistas. Ello provocó la intervención de la policía local y de la Securitate. A las 7:30 pm, la protesta había sido dispersada, pero también es cierto que para entonces el motivo original de la revuelta popular había quedado en segundo plano: algunos participantes de la manifestación intentaron prender fuego a la sede del Comité del Distrito del Partido Comunista Rumano (PCR) en Timişoara. La Securitate respondió con gas mostaza y chorros de agua, mientras la policía de la ciudad golpeaba y arrestaba a varios de los amotinados. Alrededor de las nueve de la noche, el motín en el Comité del PCR se había dispersado, pero varios de los participantes se reagruparon en las inmediaciones de la Catedral Ortodoxa de Timișoara e iniciaron una marcha de protesta por las calles de la ciudad. Nuevamente, se enfrentaron a las fuerzas de la seguridad pública.
Los disturbios en Timișoara continuaron al día siguiente (17 de diciembre). Los manifestantes tomaron la sede del Comité del Distrito del PCR, y posteriormente destruyeron documentos oficiales, propaganda política, textos escritos por Ceauşescu y otros símbolos del régimen socialista. Por segunda vez, la multitud intentó incendiar el edificio, pero en esta ocasión se enfrentaron con el ejército. La presencia de las fuerzas militares en las calles de la ciudad implicaba que habían recibido órdenes desde muy arriba, presumiblemente del presidente Ceaușescu.
Aunque los militares no pudieron imponer el orden a los manifestantes, su participación convirtió la situación en Timişoara en un polvorín: disparos, muertes, peleas, automóviles incendiados, tanquetas antimotines enfrentándose a los civiles. Después de las ocho de la noche, las calles entre la Plaza de la Libertad (rumano: Piaţa Libertăţii) y la Ópera de Timişoara —incluidos el Puente Decebal y las avenidas Lipovei y Girocului— se convirtieron en escenario de sangrientos enfrentamientos entre civiles y militares. Tanquetas, camionetas y vehículos blindados bloquearon los accesos a la ciudad, mientras desde el cielo los helicópteros del ejército rumano vigilaban los acontecimientos. Después de la media noche las protestas disminuyeron su intensidad. Ion Coman, Ilie Matei y Ştefan Guşă inspeccionaron la ciudad, que parecía haber sido escenario de una guerra en algunas zonas.
La mañana del 18 de diciembre de 1989, el centro de la ciudad había sido ocupado por soldados y agentes de la Securitate vestidos de civil. El alcalde Moţ convocó una manifestación en la Universidad de Occidente en Timișoara (rumano: Universitatea de Vest din Timișoara), con el propósito de condenar los actos vandálicos del día anterior. Además, Moţ decretó la ley marcial en la ciudad, con lo que quedaron prohibidas las reuniones de más de dos personas en la ciudad, so pena de cárcel. Desafiando el decreto del alcalde, un grupo de treinta jóvenes se concentraron en la Catedral de Timişoara, donde izaron y ondearon la bandera de la Revolución Rumana, que no era otra que la bandera de la república socialista con un agujero en el sitio donde debía portar el escudo. Sabiendo que podrían ser atacados por las fuerzas del orden, comenzaron a cantar Deşteaptă-te, române! (en español, ¡Despierta, rumano!), antigua canción nacionalista proscrita desde 1947 y actual himno nacional de Rumania. Los manifestantes de la catedral fueron atacados por las fuerzas del orden. Algunos de ellos murieron y sus cadáveres fueron ultrajados en la Plaza de la Victoria. Otros, con mejor suerte, pudieron escapar con vida.
El 19 de diciembre Radu Bălan y Ștefan Gușă visitaron a los obreros de las fábricas de la ciudad, pero fracasaron en su objetivo de convencerlos para que retornaran a sus trabajos. Al día siguiente, grandes contingentes de obreros marcharon por la ciudad. Cien mil obreros se apostaron en la Plaza de la Opera —llamada actualmente Plaza de la Victoria (rumano: Piața Victoriei)— y emitieron protestas en contra del régimen socialista: Noi suntem poporul! ("¡Nosotros somos el pueblo!"), Armata e cu noi! ("¡El ejército está con nosotros!"), Nu vă fie frică, Ceaușescu pică! ("¡No tenemos miedo, Ceaușescu caerá!").
Entre tanto, Emil Bobu y Constantin Dăscălescu fueron enviados por Elena Ceauşescu —puesto que el presidente rumano se encontraba en esos días de gira por Irán— a resolver el conflicto. Los comisionados se reunieron con una delegación de los manifestantes, y aceptaron liberar a un buen número de los arrestados en los días anteriores. En contraste, se negaron a aceptar la principal demanda de los amotinados, a saber, la renuncia de Nicolae Ceaușescu. De esta suerte, la situación política en Rumania continuó siendo esencialmente la misma que en los días anteriores.
El 21 de diciembre llegaron a Timișoara varios trenes cargados de obreros procedentes de Oltenia. La intención del gobierno rumano era emplearlos para reprimir las protestas en Timișoara, aunque finalmente los obreros oltenos terminaron por unirse a los manifestantes de la ciudad. Uno de ellos comentó que
Ayer, el jefe de nuestra fábrica y el Partido Comunista nos reunieron en el campo, nos armaron con garrotes y dijeron que magiares y hooligans estaban destruyendo Timișoara, y que por ello debíamos venir aquí para ayudar a controlar los disturbios. Pero hoy, sé que eso no era cierto.
El ejército rumano intervino nuevamente y Timișoara fue declarada ciudad libre de modo oficial. Nuevos ataques a manifestantes opositores al régimen de los esposos Ceaușescu se registraron en las ciudades de Sibiu, Brasov, Arad y Tirgu Mureş tras las manifestaciones en Timișoara.
NICOLAE CEAUCESCU, EL REY DEL COMUNISMO - 2002
SINOPSIS Durante más de veinte años, Ceausescu gobernó Rumanía como un dictador implacable: mantuvo un Estado policial de corte estalinista (basado en una eficaz policía política, la Securitate), al que añadió un toque autóctono de corrupción y nepotismo. El «clan» de los Ceausescu monopolizó los más importantes cargos del país y acumuló gracias a ello una enorme fortuna. (FILMAFFINITY)
LOS OLVIDADOS DE LOS OLVIDADOS (2010)
SINOPSIS: Hombres, mujeres y niños, encadenados, la mayoría en la intemperie, privados de comida y agua, algunos de ellos azotados regularmente; o abandonados en las ciudades desde niños, por sus familias... El documental muestra la increíble situación en la que se encuentran la mayoría de los enfermos mentales africanos, desde esquizofrénicos graves a simples epilépticos. Una realidad desconocida incluso para la mayoría de africanos, puesto que las familias afectadas lo esconden por vergüenza o superstición. A partir de la impresionante historia de un hombre, un reparador de neumáticos africano, que un día decidió dedicarse por completo a una misión: rescatar, curar y reinsertar en la sociedad a los olvidados de los olvidados, a los enfermos mentales africanos. (FILMAFFINITY)