CONMEMORACIÓN FALLECIMIENTO DE DON JUÁN DE AUSTRIA, VENCEDOR DE LA BATALLA DE LEPANTO
1 DE OCTUBRE DE 1578
http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Austria
Don Juan de Austria (Ratisbona, Sacro Imperio Romano Germánico, 24 de febrero de 1545 ó 1547 – Bouge, cerca de Namur, actual Bélgica, entonces parte de los Países Bajos españoles, 1 de octubre de 1578), hijo natural del emperador Carlos V y de Bárbara Blomberg, fue miembro de la Familia Real Española, militar y diplomático durante el reinado de su hermano por vía paterna, Felipe II de España.
Considera el historiador Manuel Fernández Álvarez que don Juan de Austria es «acaso la figura más atractiva de la corte filipina». Fue apreciado por sus contemporáneos, gozando de la amistad de su sobrino el príncipe Carlos, lo mismo que del valioso Alejandro Farnesio. Como triunfador de Lepanto, gozó de gran reputación en toda Europa.
Lepanto
La Liga Santa fue un proyecto que, desde 1568, había alentado el papa San Pío V y respecto al cual Felipe II era reacio. En el año 1570, sin embargo, resuelta prácticamente la cuestión de los moriscos, Felipe II aceptó unirse a Venecia y el Papado contra los turcos. A la monarquía española le interesaban objetivos cercanos como Túnez, pero los otros coaligados se inclinaban por la defensa de Chipre, atacada por Selim II en el verano de 1570. Aunque no pudo determinar el objetivo de la flota, Felipe II sí impuso el mando de don Juan de Austria.
La Liga se firmó el 20 de mayo de 1571. La noticia llegó en junio a Madrid, y el rey se demoró veinte días para redactar las instrucciones concretas que debía llevar su hermano. De nuevo, pondría a su lado personas de confianza a las que continuamente debía consultar; entre ellos, Luis de Requesens y su compañero de Alcalá de Henares Alejandro Farnesio. La flota española se reunió en Barcelona, donde don Juan de Austria tuvo que esperar hasta el 20 de julio para que llegaran sus sobrinos, los archiduques Rodolfo y Ernesto, a los que trasladó hasta Génova. La flota llegó a Nápoles el 8 de agosto para avituallarse. Pío V mandó a don Juan el estandarte de la Liga, quien lo recibió solemnemente en un acto celebrado en la iglesia de Santa Chiara. A finales de agosto, la flota llegó a Mesina, donde se concentró la armada de la Liga. Allí don Juan pasó revista y recibió el jubileo, con el resto de los miembros de la Armada.
Don Juan de Austria convocó consejo de guerra en su nave capitana para decidir el curso de la acción. Nicosia había caído a principios de mes. Una derrota de la Liga significaría dejar absolutamente desprotegidas las costas mediterráneas de España e Italia frente a los turcos. Don Juan defendió la idea de una guerra agresiva: buscar a la flota turca allá donde estuviera y destruirla; este era el plan apoyado por marinos expertos, como Álvaro de Bazán. Don Juan consiguió imponerse frente a las posturas más moderadas, y el 15 de septiembre la flota salió de Mesina en dirección al Mediterráneo oriental.
La batalla se libró el 4 de octubre de 1571 en el golfo de Lepanto, donde los turcos se habían refugiado. Las galeras bajo el mando directo de don Juan se situaban en la parte central de la formación.
La actuación de don Juan de Austria fue decisiva para la victoria de la Liga, por su resuelta búsqueda de la victoria y su valentía personal en este tipo de batallas, mezcla de naval y terrestre, pues una vez abordadas las naves se luchaba cuerpo a cuerpo; así lo señalan historiadores como Braudel o M. Fernández Álvarez, y testimonian contemporáneos como Miguel de Cervantes.
Para los turcos, Lepanto significó la pérdida de su armada, siendo la peor derrota sufrida por el sultán desde la batalla de Angora (1402), y una amenaza inmediata de invasión de sus territorios. Para la monarquía española y las repúblicas italianas, alejó el peligro que representaba el turco en el Mediterráneo Occidental. Además, se produjo una ganancia inmediata en forma de botín, obteniéndose un impresionante número de galeras. Con ellas, la flota española se hizo la más poderosa del Mediterráneo, si bien no pudo explotar esa ventaja debido a la escasez de remeros. En efecto, don Juan de Austria liberó a los cristianos que remaban en las galeras turcas (se calcula que eran unos 15.000) y, además, a los galeotes de las galeras españolas que actuaron lealmente en el combate.
Apunta el historiador Pierson que los propios contemporáneos no debían de estar seguros de si era «un espadachín o un hombre de estado», concluyendo que debió ser ambas cosas. Como militar, destacan su intervención en la guerra de las Alpujarras y el triunfo de Lepanto. Su actividad política está menos estudiada, en particular la diplomacia desarrollada en Lombardía y el resto de Italia. Menos éxito tuvo en los Países Bajos, donde la situación era extremadamente compleja y en la que se sintió abandonado y sin medios. Se le reprocha su tardanza en llegar una vez que recibió las órdenes de desplazarse allí, pues se considera que podría haber evitado el saqueo de Amberes por las tropas españolas.
De sus relaciones con su hermano (por vía paterna) Felipe II, se suelen mencionar los celos por parte del rey hacia sus ambiciones. Aunque le trató como miembro de la familia real, situándose entre ésta y delante de los grandes de España en las ceremonias públicas, no fue considerado infante de España y tampoco recibió el tratamiento de «Alteza», aunque sí fue tratado como «Excelentísimo Señor».
AEROPUERTOS GRECIA FS9: http://www.mediafire.com/?5pjx1pznyihcumj
JEROMÍN (1953)
SINOPSIS Con la biografía de Juan de Austria el héroe español de Flandes, hermano de Felipe II, como argumento, la cinta es una alabanza a la España imperial de Carlos V y a los valores del franquismo. (FILMAFFINTIY)