EFEMÉRIDES
21 DE ABRIL 1960 - Brasil estrena capital, Brasilia.
Brasilia (en portugués Brasília) es la capital federal del Brasil y la sede del Gobierno del Distrito Federal, localizada en la parte central del país. Tiene una población de 2.562.963 habitantes según las estimaciones del censo de 2010, sede del gobierno federal, conformado por el presidente —quien trabaja en el Palacio de Planalto—, el Supremo Tribunal Federal de Brasil y el Congreso Nacional de Brasil.
La construcción de la ciudad comenzó en 1956, siendo Lúcio Costa el principal urbanista y Oscar Niemeyer el principal arquitecto. En 1960, se convirtió oficialmente en la capital de Brasil. Junto con Putrajaya (la capital administrativa de Malasia) y Naypyidaw (la nueva capital de Birmania) es una de las ciudades capitales de más reciente construcción en el mundo.
Brasilia se localiza en el Distrito Federal. El Distrito Federal se encuentra rodeado por el estado brasileño de Goiás, excepto por una corta frontera que comparte con Minas Gerais.
En 1987 la Unesco declaró a la ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, siendo la única ciudad construida en el siglo XX que ha recibido este honor.
A CIDADE É UMA SÓ? (2012)
SINOPSIS Fundada en 1960 por el gobierno socialista de Juscelino Kubitschek, la ciudad de Brasilia quiso ser, desde su misma arquitectura, la expresión de una concepción urbanista moderna y de una sociedad igualitaria. Sin embargo, ni los obreros que trabajaron en la construcción de la nueva capital ni el permanente flujo migratorio de los primeros años encajaban en los planes de las autoridades. En 1971, ya con el país bajo una dictadura con poca imaginación y ningún interés en disimular sus objetivos, comenzó la llamada “Campaña de Erradicación de Invasores”. Los padres del director Adirley Queirós estaban entre los miles de desplazados hacia la periferia de Brasilia, a un suburbio que tomó prestadas las siglas de su violento acto fundacional para hacerse conocido como Ceilândia. Miembro de la primera generación de ceilandeses, “fruto de la contradicción de ser y no ser de Brasilia”, Queirós reflexiona junto a otros habitantes acerca de la historia, las transformaciones y el futuro de un lugar donde ya no se oye el hipócrita jingle oficial que acompañó su creación: “A cidade é uma só!”. (extraído de BAFICI.gob.ar) (FILMAFFINITY)