Hoy recordaremos un vuelo que no llegó a su fin.
En 1987, Alianza Lima se ubicaba en el primer lugar de la tabla de posiciones cuando la tragedia se hizo presente. El 7 de diciembre de ese año, Alianza Lima viajó a la ciudad de Pucallpa para jugar un partido correspondiente al Campeonato Nacional contra el Deportivo Pucallpa. Ese partido lo ganó Alianza por 1 a 0 con gol de Carlos Bustamante, pero esta noticia pasó a segundo plano. El equipo íntimo fletó un vuelo charter para hacer tanto el viaje de ida como de vuelta. El viaje de vuelta se realizó el 8 de diciembre en un avión Fokker de la Marina de Guerra del Perú el cual se precipitó al mar cuando se encontraba a escasos kilómetros del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez a la altura de la localidad chalaca de Ventanilla.
El único superviviente de ese avión fue el piloto Edilberto Villar Molina, falleciendo todos los jugadores del club así como el cuerpo técnico encabezado por el entrenador Marcos Calderón. Alianza Lima terminó el campeonato de 1987 jugando con juveniles y algunos jugadores prestados por el club chileno Colo-Colo que, debido a la afinidad entre la hinchada de ambos clubes, que representan a las clases sociales más desfavorecidas tanto de Chile como de Perú concurrió rápidamente en auxilio del Alianza Lima peruano además contribuyó a ello el hecho que la opinión pública chilena estaba sensibilizada respecto al tema debido al accidente aéreo en que perdió la vida el elenco del Green Cross a comienzos de la década de 1960 y al accidente de los rugbistas uruguayos en 1972 . La amistad entre esos dos clubes se hizo fuerte desde ese momento. Ese año 1987 Alianza no pudo mantener el paso y el campeón fue Universitario de Deportes. La noticia del accidente dio la vuelta al mundo. Bobby Charlton, desde Londres, manifestó su tristeza de manera pública al enterarse de lo sucedido. Personalmente vivió algo similar con la tragedia de Múnich el 6 de febrero de 1958, donde murió parte del plantel del Manchester United. Asimismo, el club uruguayo Peñarol jugó la Copa Intercontinental en Tokio con crespones negros en la camiseta, en un gesto de solidaridad con el equipo peruano.[1]
Un dramatismo muy fuerte rondó en la Ceremonia de Despedida. El último balón con el que los potrillos habían jugado en Pucallpa fue rescatado del mar y expuesto a los ojos de todos los hinchas aliancistas como el último recuerdo de los finados que perecieron en Ventanilla. En un partido amistoso, Alianza se enfrentó al Independiente de Argentina en el estadio Alejandro Villanueva, donde el equipo blanquiazul perdió por dos goles a uno. José Velásquez anotó