Un músico callejero en Castle Lane, Belfast-
Los viernes, sábados y domingos abre el mercado de St. Georges (1) (www.belfastcity.gov.uk/stgeorgesmarket), vital punto de partida. Propone una eléctrica mezcla de sabores, colores y pluralidad de productos biológicos.
Restaurante mexicano Boojum
Alrededor del City Hall (7) (ayuntamiento) respira la Belfast más entusiasta. Estamos en el centro lucrativo, que combina edificios históricos (ojo al de la esquina Donegall Square, frente al Parlamento, de los arquitectos Young & Mackenzie, construido entre 1884 y 1885, antigua tienda Robinson & Cleaver, hoy Burger King) y nuevos comercios. El ayuntamiento, de un neobarroco tan reputado en el XIX, edificado entre 1898 y 1906, deja ver jardines y una enorme cúpula. Mantiene las puertas abiertas a un glamuroso interior. Las calles peatonales despiertan interés y apetito: en ese sentido es un riego entrar en Sawers (8) (www.sawersbelfast.com). Poco importa si ha desayunado un irish breakfast hace un par de horas, se acabará llevando algo.
No se permite obviar la biblioteca Linen Hall(9), (www.linenhall.com), abierta en 1788. Una vez dentro, se le hará más grande de lo que pensaba. Entre libros y mobiliario victoriano, en la segunda planta aparece un café, revelando el lugar ideal para una pausa.
Mucha atención a Wellington Street (10). Parece que no, pero es una joya. Allí encontrará el restaurante Made in Belfast (www.madeinbelfastni.com); pase, vea y regocíjese. Si necesita ropa, entre en Yoke (www.yokeclothing.com) y prepare chequera; saldrá contento. Y si requiere un regalo, piérdase en la Shop-Gallery-Stationey Coppermoon (www.coppermoon.uk) porque lo encontrará seguro. Si le gusta vestirse como cien años atrás, se sorprenderá de que todavía exista y tenga clientas Nora Bradley (11) (23, Howard Street), una de las tiendas más antiguas, donde lo tradicional es llevado al extremo.