PASAJEROS - EVENTOS - POLITICOS
16 de diciembre de 1989. Comienza en Timisoara la revolución que derrocará el régimen del dictador Ceaucescu
La Revolución rumana de 1989 (en rumano Revoluția română din 1989) se refiere a una serie de conflictos y enfrentamientos en los últimos días de diciembre de 1989. La conclusión de este episodio de la historia de Rumania supuso el final del régimen estalinista de Nicolae Ceaușescu. Los actos violentos que ocurrieron en varias localidades rumanas durante aquellos días condujeron al dictador al abandono del poder y su huida de Bucarest, en compañía de su esposa, Elena Ceauşescu. Capturados en Târgovişte, fueron enjuiciados por un tribunal militar creado ex-profeso bajo los cargos de genocidio, daños a la economía nacional y abuso del poder para ejecutar acciones militares contra el pueblo rumano. Hallados culpables de todos los cargos, fueron ejecutados el 25 de diciembre de 1989. Rumania fue el único país del bloque del Este donde la transición desde el Estado socialista a uno de mercado implicó la ejecución de los líderes del país.
El número total de muertos debidos a la Revolución Rumana fue de 1.104, de los que 162 decesos ocurrieron en las protestas que pusieron punto final al régimen de Nicolae Ceauşescu (protestas ocurridas del 16 al 22 de diciembre de 1989) y las restantes 942 en los disturbios ocurridos antes de la toma del poder por parte de una nueva estructura política, llamada Frente de Salvación Nacional (FSN). La mayoría de las muertes ocurrieron en ciudades como Timişoara, Bucarest, Sibiu y Arad, donde las protestas alcanzaron magnitudes mayores. El número de heridos llegó a 3.352, de los que 1.107 corresponden al período en que Ceauşescu aún detentaba el poder, y los restantes 2.245 corresponden al período posterior a la toma del poder por parte del Frente de Salvación Nacional.
El 16 de diciembre estalló una protesta en Timişoara (occidente de Rumania) en respuesta al intento del gobierno socialista de desahucio en contra de László Tőkés, pastor luterano magiar,4 y su esposa, que a la sazón se encontraba embarazada. Por aquellos días, Tőkés había emitido ciertas críticas hacia el régimen de Ceaușescu en un medio internacional. En su discurso, el religioso acusaba al gobierno rumano de propiciar el odio racial. Tőkés fue destituido de su cargo eclesiástico por el obispo de su iglesia, a petición expresa del gobierno. Además, se le privó del derecho a ocupar un piso al que tenía derecho en tanto fuera miembro de la congregación religiosa. Durante algunos días, los simpatizantes del religioso se concentraron en las inmediaciones de dicha vivienda, con el propósito de evitar el desalojo y desahucio de Tokés. Las personas que pasaban por las inmediaciones de los manifestantes, incluidos algunos estudiantes religiosos de la ciudad, ignoraban los detalles del asunto, pero los simpatizantes del pastor les convencieron para unirse a la protesta, con el argumento de que se hallaban frente a un nuevo intento del gobierno para restringir la libertad de culto en Rumania.
Dado que los manifestantes se negaban a dispersarse por su propia voluntad, el alcalde de Timișoara, Petre Moț, declaró sin efecto la orden de desalojo contra Tőkés. Mientras tanto, los impacientes manifestantes —sobre todo cuando el alcalde evitó confirmar la supuesta revocación del desahucio contra el pastor magiar— comenzaron a vocear consignas anticomunistas. Ello provocó la intervención de la policía local y de la Securitate. A las 7:30 pm, la protesta había sido dispersada, pero también es cierto que para entonces el motivo original de la revuelta popular había quedado en segundo plano: algunos participantes de la manifestación intentaron prender fuego a la sede del Comité del Distrito del Partido Comunista Rumano (PCR) en Timişoara. La Securitate respondió con gas mostaza y chorros de agua, mientras la policía de la ciudad golpeaba y arrestaba a varios de los amotinados. Alrededor de las nueve de la noche, el motín en el Comité del PCR se había dispersado, pero varios de los participantes se reagruparon en las inmediaciones de la Catedral Ortodoxa de Timișoara e iniciaron una marcha de protesta por las calles de la ciudad. Nuevamente, se enfrentaron a las fuerzas de la seguridad pública.
Los disturbios en Timișoara continuaron al día siguiente (17 de diciembre). Los manifestantes tomaron la sede del Comité del Distrito del PCR, y posteriormente destruyeron documentos oficiales, propaganda política, textos escritos por Ceauşescu y otros símbolos del régimen socialista. Por segunda vez, la multitud intentó incendiar el edificio, pero en esta ocasión se enfrentaron con el ejército. La presencia de las fuerzas militares en las calles de la ciudad implicaba que habían recibido órdenes desde muy arriba, presumiblemente del presidente Ceaușescu.
Aunque los militares no pudieron imponer el orden a los manifestantes, su participación convirtió la situación en Timişoara en un polvorín: disparos, muertes, peleas, automóviles incendiados, tanquetas antimotines enfrentándose a los civiles. Después de las ocho de la noche, las calles entre la Plaza de la Libertad (rumano: Piaţa Libertăţii) y la Ópera de Timişoara —incluidos el Puente Decebal y las avenidas Lipovei y Girocului— se convirtieron en escenario de sangrientos enfrentamientos entre civiles y militares. Tanquetas, camionetas y vehículos blindados bloquearon los accesos a la ciudad, mientras desde el cielo los helicópteros del ejército rumano vigilaban los acontecimientos. Después de la media noche las protestas disminuyeron su intensidad. Ion Coman, Ilie Matei y Ştefan Guşă inspeccionaron la ciudad, que parecía haber sido escenario de una guerra en algunas zonas.
La mañana del 18 de diciembre de 1989, el centro de la ciudad había sido ocupado por soldados y agentes de la Securitate vestidos de civil. El alcalde Moţ convocó una manifestación en la Universidad de Occidente en Timișoara (rumano: Universitatea de Vest din Timișoara), con el propósito de condenar los actos vandálicos del día anterior. Además, Moţ decretó la ley marcial en la ciudad, con lo que quedaron prohibidas las reuniones de más de dos personas en la ciudad, so pena de cárcel. Desafiando el decreto del alcalde, un grupo de treinta jóvenes se concentraron en la Catedral de Timişoara, donde izaron y ondearon la bandera de la Revolución Rumana, que no era otra que la bandera de la república socialista con un agujero en el sitio donde debía portar el escudo. Sabiendo que podrían ser atacados por las fuerzas del orden, comenzaron a cantar Deşteaptă-te, române! (en español, ¡Despierta, rumano!), antigua canción nacionalista proscrita desde 1947 y actual himno nacional de Rumania. Los manifestantes de la catedral fueron atacados por las fuerzas del orden. Algunos de ellos murieron y sus cadáveres fueron ultrajados en la Plaza de la Victoria. Otros, con mejor suerte, pudieron escapar con vida.
El 19 de diciembre Radu Bălan y Ștefan Gușă visitaron a los obreros de las fábricas de la ciudad, pero fracasaron en su objetivo de convencerlos para que retornaran a sus trabajos. Al día siguiente, grandes contingentes de obreros marcharon por la ciudad. Cien mil obreros se apostaron en la Plaza de la Opera —llamada actualmente Plaza de la Victoria (rumano: Piața Victoriei)— y emitieron protestas en contra del régimen socialista: Noi suntem poporul! ("¡Nosotros somos el pueblo!"), Armata e cu noi! ("¡El ejército está con nosotros!"), Nu vă fie frică, Ceaușescu pică! ("¡No tenemos miedo, Ceaușescu caerá!").
Entre tanto, Emil Bobu y Constantin Dăscălescu fueron enviados por Elena Ceauşescu —puesto que el presidente rumano se encontraba en esos días de gira por Irán— a resolver el conflicto. Los comisionados se reunieron con una delegación de los manifestantes, y aceptaron liberar a un buen número de los arrestados en los días anteriores. En contraste, se negaron a aceptar la principal demanda de los amotinados, a saber, la renuncia de Nicolae Ceaușescu. De esta suerte, la situación política en Rumania continuó siendo esencialmente la misma que en los días anteriores.
El 21 de diciembre llegaron a Timișoara varios trenes cargados de obreros procedentes de Oltenia. La intención del gobierno rumano era emplearlos para reprimir las protestas en Timișoara, aunque finalmente los obreros oltenos terminaron por unirse a los manifestantes de la ciudad. Uno de ellos comentó que
Ayer, el jefe de nuestra fábrica y el Partido Comunista nos reunieron en el campo, nos armaron con garrotes y dijeron que magiares y hooligans estaban destruyendo Timișoara, y que por ello debíamos venir aquí para ayudar a controlar los disturbios. Pero hoy, sé que eso no era cierto.
El ejército rumano intervino nuevamente y Timișoara fue declarada ciudad libre de modo oficial. Nuevos ataques a manifestantes opositores al régimen de los esposos Ceaușescu se registraron en las ciudades de Sibiu, Brasov, Arad y Tirgu Mureş tras las manifestaciones en Timișoara.
NICOLAE CEAUCESCU, EL REY DEL COMUNISMO - 2002
SINOPSIS Durante más de veinte años, Ceausescu gobernó Rumanía como un dictador implacable: mantuvo un Estado policial de corte estalinista (basado en una eficaz policía política, la Securitate), al que añadió un toque autóctono de corrupción y nepotismo. El «clan» de los Ceausescu monopolizó los más importantes cargos del país y acumuló gracias a ello una enorme fortuna. (FILMAFFINITY)
España y el Reino Unido llegan a un acuerdo sobre el uso conjunto del aeropuerto de Gibraltar.
Fue construido durante la Segunda Guerra Mundial e inaugurado en 1949, aunque en un principio sólo servía como base de emergencia para el Ejército británico. El 2 de diciembre de 1987, gracias a un acuerdo entre los gobiernos español y británico, se acordó el uso civil de la instalación, que no fue puesto en práctica ante la oposición de las autoridades
España y el Reino Unido llegan a un acuerdo sobre el uso conjunto del aeropuerto de Gibraltar.
Fue construido durante la Segunda Guerra Mundial e inaugurado en 1949, aunque en un principio sólo servía como base de emergencia para el Ejército británico. El 2 de diciembre de 1987, gracias a un acuerdo entre los gobiernos español y británico, se acordó el uso civil de la instalación, que no fue puesto en práctica ante la oposición de las autoridades
30 de noviembre de 1939. Los rusos invaden Finlandia, dando comienzo a la Guerra de Invierno entre ambos paises.
La Guerra de Invierno (en finés talvisota, en ruso Зимняя война, en sueco vinterkriget) estalló cuando la Unión Soviética atacó Finlandia el 30 de noviembre de 1939, tres meses después del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Como consecuencia, la URSS fue expulsada de la Sociedad de Naciones el 14 de diciembre. Stalin había esperado conquistar el país entero para finales del año, pero la resistencia finlandesa frustró a las fuerzas soviéticas, quienes superaban en número a los fineses en tres a uno. Finlandia aguantó hasta marzo de 1940, cuando se firmó un tratado de paz cediendo cerca del 10% del territorio finés y el 20% de su capacidad industrial a la Unión Soviética.
El resultado de la guerra fue complejo. Aunque las fuerzas soviéticas pudieron finalmente atravesar la defensa finesa, ni la Unión Soviética ni Finlandia salieron ilesas del conflicto. Las pérdidas soviéticas en el frente fueron tremendas, y la posición internacional del país sufrió. Aún peor, la destreza combativa del Ejército Rojo fue puesta en cuestión, un hecho que contribuyó fuertemente a la decisión de Hitler de lanzar la Operación Barbarroja. Finalmente, las fuerzas soviéticas no cumplieron su objetivo primario de conquistar Finlandia, sólo lograron una secesión de los territorios de Petsamo, Salla y la mayor parte de Karelia. Por su parte, los fineses retuvieron su soberanía y atrajeron considerable buena voluntad internacional.
Los preparativos franco-británicos para apoyar a Finlandia a través del norte de Escandinavia (la campaña aliada en Noruega) fueron impedidos por el armisticio del 15 de marzo. Sin embargo, la misión siguió adelante con la nueva meta de ocupar las minas de hierro del norte de Suecia, provocando la invasión de Dinamarca y Noruega por parte de la Alemania Nazi el 9 de abril de 1940 (Operación Weserübung).
La Guerra de Invierno fue un desastre militar para la Unión Soviética. No obstante, Stalin aprendió de este fiasco y se dio cuenta de que el control político sobre el Ejército Rojo ya no era factible. Tras la Guerra de Invierno, el Kremlin inició el proceso de reinstaurar a oficiales calificados y modernizar a sus fuerzas, una decisión que permitiría a los soviéticos resistir la invasión alemana. Se podría discutir que ni los ejércitos de Francia, Gran Bretaña o EE. UU. habrían estado preparados para la guerra invernal, aunque esto está poco probado. En la Batalla del Bulge (o de las Ardenas) a finales de 1944, se pudo ver, sin embargo, a miles de soldados estadounidenses atrapados por un clima relativamente suave al lado del invierno nórdico.
THE BORDER, 2007
SINOPSIS Un soldado, nada más acabar la guerra entre Rusia y Finlandia, recibe órdenes de ponerse al frente de la construcción de la frontera oriental entre los dos antiguos contendientes. (FILMAFFINITY)
30 de noviembre de 1939. Los rusos invaden Finlandia, dando comienzo a la Guerra de Invierno entre ambos paises.
La Guerra de Invierno (en finés talvisota, en ruso Зимняя война, en sueco vinterkriget) estalló cuando la Unión Soviética atacó Finlandia el 30 de noviembre de 1939, tres meses después del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Como consecuencia, la URSS fue expulsada de la Sociedad de Naciones el 14 de diciembre. Stalin había esperado conquistar el país entero para finales del año, pero la resistencia finlandesa frustró a las fuerzas soviéticas, quienes superaban en número a los fineses en tres a uno. Finlandia aguantó hasta marzo de 1940, cuando se firmó un tratado de paz cediendo cerca del 10% del territorio finés y el 20% de su capacidad industrial a la Unión Soviética.
El resultado de la guerra fue complejo. Aunque las fuerzas soviéticas pudieron finalmente atravesar la defensa finesa, ni la Unión Soviética ni Finlandia salieron ilesas del conflicto. Las pérdidas soviéticas en el frente fueron tremendas, y la posición internacional del país sufrió. Aún peor, la destreza combativa del Ejército Rojo fue puesta en cuestión, un hecho que contribuyó fuertemente a la decisión de Hitler de lanzar la Operación Barbarroja. Finalmente, las fuerzas soviéticas no cumplieron su objetivo primario de conquistar Finlandia, sólo lograron una secesión de los territorios de Petsamo, Salla y la mayor parte de Karelia. Por su parte, los fineses retuvieron su soberanía y atrajeron considerable buena voluntad internacional.
Los preparativos franco-británicos para apoyar a Finlandia a través del norte de Escandinavia (la campaña aliada en Noruega) fueron impedidos por el armisticio del 15 de marzo. Sin embargo, la misión siguió adelante con la nueva meta de ocupar las minas de hierro del norte de Suecia, provocando la invasión de Dinamarca y Noruega por parte de la Alemania Nazi el 9 de abril de 1940 (Operación Weserübung).
La Guerra de Invierno fue un desastre militar para la Unión Soviética. No obstante, Stalin aprendió de este fiasco y se dio cuenta de que el control político sobre el Ejército Rojo ya no era factible. Tras la Guerra de Invierno, el Kremlin inició el proceso de reinstaurar a oficiales calificados y modernizar a sus fuerzas, una decisión que permitiría a los soviéticos resistir la invasión alemana. Se podría discutir que ni los ejércitos de Francia, Gran Bretaña o EE. UU. habrían estado preparados para la guerra invernal, aunque esto está poco probado. En la Batalla del Bulge (o de las Ardenas) a finales de 1944, se pudo ver, sin embargo, a miles de soldados estadounidenses atrapados por un clima relativamente suave al lado del invierno nórdico.
THE BORDER, 2007
SINOPSIS Un soldado, nada más acabar la guerra entre Rusia y Finlandia, recibe órdenes de ponerse al frente de la construcción de la frontera oriental entre los dos antiguos contendientes. (FILMAFFINITY)
28 de noviembre de 1918. Se proclama la independencia de Albania.
En 1918 en Argirópolis (pese a que esta ciudad estaba en la zona de ocupación griega) se proclamó la independencia formal de Albania, aunque la "Albania independiente" pronto pasó a ser en la práctica un protectorado italiano al mando inicialmente de Ahmet Zogu.
Albania fue una monarquía en 1928. Contó con sólo un rey propio: Ahmet Zogu, Zog I de Albania (1928-1939).
El 7 de abril de 1939 el ejército de la Italia fascista invadió Albania y el rey Zogu huyó; entonces el gobierno italiano proclamó Rey de Albania al Rey de Italia y Emperador de Etiopía Víctor Manuel III de Saboya (1939-1943).
Durante la Segunda Guerra Mundial se organizaron guerrillas contra los italianos, y al final de la guerra el partido comunista, creado en 1941 bajo la influencia de los bolcheviques, tomó el control del estado albanés, bajo el liderazgo de Enver Hoxha, quien había combatido en la resistencia. En 1955, Albania pasó a ser miembro del Pacto de Varsovia.
LA CONQUISTA DE ALBANIA, 1983
SINOPSIS Don Luis de Beaumont, hermano de Carlos II de Navarra, vuelve a su tierra después de las derrotas frente al rey de Francia. Pero su ambición le lleva a una nueva aventura al otro extremo del Mediterráneo... (FILMAFFINITY)
28 de noviembre de 1918. Se proclama la independencia de Albania.
En 1918 en Argirópolis (pese a que esta ciudad estaba en la zona de ocupación griega) se proclamó la independencia formal de Albania, aunque la "Albania independiente" pronto pasó a ser en la práctica un protectorado italiano al mando inicialmente de Ahmet Zogu.
Albania fue una monarquía en 1928. Contó con sólo un rey propio: Ahmet Zogu, Zog I de Albania (1928-1939).
El 7 de abril de 1939 el ejército de la Italia fascista invadió Albania y el rey Zogu huyó; entonces el gobierno italiano proclamó Rey de Albania al Rey de Italia y Emperador de Etiopía Víctor Manuel III de Saboya (1939-1943).
Durante la Segunda Guerra Mundial se organizaron guerrillas contra los italianos, y al final de la guerra el partido comunista, creado en 1941 bajo la influencia de los bolcheviques, tomó el control del estado albanés, bajo el liderazgo de Enver Hoxha, quien había combatido en la resistencia. En 1955, Albania pasó a ser miembro del Pacto de Varsovia.
LA CONQUISTA DE ALBANIA, 1983
SINOPSIS Don Luis de Beaumont, hermano de Carlos II de Navarra, vuelve a su tierra después de las derrotas frente al rey de Francia. Pero su ambición le lleva a una nueva aventura al otro extremo del Mediterráneo... (FILMAFFINITY)
17 de Noviembre de 1632. Cristina se convierte en reina de Suecia a los 5 años de edad.
Cristina de Suecia (n. Estocolmo, 8 de diciembre de 1626 – f. Roma, 19 de abril de 1689) fue una reina de Suecia (1632-1654) y duquesa de Bremen y princesa de Verden (1648-1654). Hija de Gustavo II Adolfo y de María Leonor de Brandeburgo. Protectora de las artes y mecenas. Abdicó del trono de Suecia en 1654. Protestante de nacimiento, se convirtió al catolicismo el mismo año. Murió en Roma a los 62 años.
Cumplidos los 16 años, Cristina comenzó a asistir a las reuniones del Consejo del Reino, demostrando su conocimiento de las leyes y la administración del reino sin inconvenientes.
A los 18 años cumplió su mayoría de edad y asumió el cargo de soberana, reemplazando gradualmente al canciller Oxenstierna en sus funciones. En 1645 participó activamente en el tratado de paz con Dinamarca (Tratado de Brömsebro), ventajoso para su reino.
En 1648 Suecia firmó la Paz de Westfalia, que daba fin a la Guerra de los Treinta Años, quedando el reino en una posición de supremacía en la región del Báltico. Cristina y el canciller Oxenstierna tuvieron diferencias en la forma de llevar los acuerdos, imponiendo finalmente la reina su opinión.
El 17 de octubre de 1650 se realizó la coronación de Cristina en Estocolmo. Los festejos fueron muchos y se alargaron durante semanas. Según la costumbre, nombró a su primo Carlos Gustavo como su sucesor.
La soberana de Suecia había comenzado hace algunos años a desarrollar la vida cultural de su reino, la cual había quedado dañada por las luchas religiosas, incluyendo la destrucción de obras consideradas católicas. Adoptó el lema “La sabiduría es el pilar del reino” (Columna regni sapientia).
Si bien la situación económica del reino era precaria, debido principalmente a los gastos militares que implicaban ser una potencia, la reina no dudó en invertir en la compra de obras de arte en Europa, con el fin de enriquecer los bienes culturales de Suecia.
La fama de protectora de la cultura comenzó a expandirse y varios conocidos intelectuales europeos se interesaron en sus proyectos. Cristina vio la posibilidad de atraerlos a su corte mediante el mecenazgo. De esta manera había llegado a Estocolmo en 1649 el intelectual francés René Descartes, con quien Cristina mantenía correspondencia desde hacía años, y que murió por enfermedad en la misma ciudad cinco meses después. En 1652 llegó el artista Sébastien Bourdon, que trabajó como pintor de la corte por dos años, hasta la abdicación de la reina y hubo de regresar a su país.
Cristina apreciaba la pintura aunque no dudó en regalar al rey Felipe IV de España los dos principales tesoros de su pinacoteca, las obras de Durero, Adán y Eva, hoy en el Museo del Prado.
Otro importante personaje de la época fue el jurista y teórico político holandés Hugo Grocius, que actuó de embajador de Suecia en Francia desde 1635, por recomendación del canciller Oxenstierna.
Estocolmo y Uppsala fueron recibiendo a filólogos, anticuarios, bibliotecarios, poetas, orientalistas, latinistas, historiadores y otros. En 1652, los eruditos franceses Samuel Bochart y Pierre Daniel Huet se hicieron cargo de su biblioteca. En algún momento Suecia fue el centro del humanismo en Europa, y Cristina recibió el nombre de Minerva del Norte.
La reina también apoyó el desarrollo del ballet y del teatro. Cristina trajo a Estocolmo a compañías francesas, holandesas, alemanas e italianas, que presentaban sus ballets y pantomimas, además de óperas y piezas en sus propios idiomas. Entre los italianos destacó el escenógrafo Antonio Brunati, que construyó en el castillo real un escenario con escenografías movibles, llamada la Grande Salle des Machines, algo muy moderno para la época.
Su entusiasmo por el teatro lo manifestó la reina participando en una obra, en 1651, haciendo el papel de una camarera.
En 1652 la salud de Cristina se resintió y un médico francés, Pierre Bourdelot, fue llamado a Estocolmo para su curación. Bourdelot consiguió la recuperación de la reina y se transformó en uno de sus favoritos, lo que provocó recelos entre otros miembros de la corte. Finalmente el médico abandonó la corte sueca y algunos favoritos reales dejaron de serlo.
LA REINA CRISTINA DE SUECIA - 1933
SINOPSIS Suecia, siglo XVII. Durante la guerra de los Treinta Años (1618-1648) muere, en la batalla de Lutzen, el rey Gustavo Adolfo de Suecia. Hereda el trono su hija Cristina, que desde la infancia se entrega en cuerpo y alma a los problemas de estado, lo que la lleva a renunciar al matrimonio con el principe Carlos Gustavo, héroe nacional y el pretendiente preferido por todos. Sin embargo, Cristina se enamora profundamente de Don Antonio, Conde de Pimentel y embajador del rey de España en Suecia. (FILMAFFINITY)
17 de Noviembre de 1632. Cristina se convierte en reina de Suecia a los 5 años de edad.
Cristina de Suecia (n. Estocolmo, 8 de diciembre de 1626 – f. Roma, 19 de abril de 1689) fue una reina de Suecia (1632-1654) y duquesa de Bremen y princesa de Verden (1648-1654). Hija de Gustavo II Adolfo y de María Leonor de Brandeburgo. Protectora de las artes y mecenas. Abdicó del trono de Suecia en 1654. Protestante de nacimiento, se convirtió al catolicismo el mismo año. Murió en Roma a los 62 años.
Cumplidos los 16 años, Cristina comenzó a asistir a las reuniones del Consejo del Reino, demostrando su conocimiento de las leyes y la administración del reino sin inconvenientes.
A los 18 años cumplió su mayoría de edad y asumió el cargo de soberana, reemplazando gradualmente al canciller Oxenstierna en sus funciones. En 1645 participó activamente en el tratado de paz con Dinamarca (Tratado de Brömsebro), ventajoso para su reino.
En 1648 Suecia firmó la Paz de Westfalia, que daba fin a la Guerra de los Treinta Años, quedando el reino en una posición de supremacía en la región del Báltico. Cristina y el canciller Oxenstierna tuvieron diferencias en la forma de llevar los acuerdos, imponiendo finalmente la reina su opinión.
El 17 de octubre de 1650 se realizó la coronación de Cristina en Estocolmo. Los festejos fueron muchos y se alargaron durante semanas. Según la costumbre, nombró a su primo Carlos Gustavo como su sucesor.
La soberana de Suecia había comenzado hace algunos años a desarrollar la vida cultural de su reino, la cual había quedado dañada por las luchas religiosas, incluyendo la destrucción de obras consideradas católicas. Adoptó el lema “La sabiduría es el pilar del reino” (Columna regni sapientia).
Si bien la situación económica del reino era precaria, debido principalmente a los gastos militares que implicaban ser una potencia, la reina no dudó en invertir en la compra de obras de arte en Europa, con el fin de enriquecer los bienes culturales de Suecia.
La fama de protectora de la cultura comenzó a expandirse y varios conocidos intelectuales europeos se interesaron en sus proyectos. Cristina vio la posibilidad de atraerlos a su corte mediante el mecenazgo. De esta manera había llegado a Estocolmo en 1649 el intelectual francés René Descartes, con quien Cristina mantenía correspondencia desde hacía años, y que murió por enfermedad en la misma ciudad cinco meses después. En 1652 llegó el artista Sébastien Bourdon, que trabajó como pintor de la corte por dos años, hasta la abdicación de la reina y hubo de regresar a su país.
Cristina apreciaba la pintura aunque no dudó en regalar al rey Felipe IV de España los dos principales tesoros de su pinacoteca, las obras de Durero, Adán y Eva, hoy en el Museo del Prado.
Otro importante personaje de la época fue el jurista y teórico político holandés Hugo Grocius, que actuó de embajador de Suecia en Francia desde 1635, por recomendación del canciller Oxenstierna.
Estocolmo y Uppsala fueron recibiendo a filólogos, anticuarios, bibliotecarios, poetas, orientalistas, latinistas, historiadores y otros. En 1652, los eruditos franceses Samuel Bochart y Pierre Daniel Huet se hicieron cargo de su biblioteca. En algún momento Suecia fue el centro del humanismo en Europa, y Cristina recibió el nombre de Minerva del Norte.
La reina también apoyó el desarrollo del ballet y del teatro. Cristina trajo a Estocolmo a compañías francesas, holandesas, alemanas e italianas, que presentaban sus ballets y pantomimas, además de óperas y piezas en sus propios idiomas. Entre los italianos destacó el escenógrafo Antonio Brunati, que construyó en el castillo real un escenario con escenografías movibles, llamada la Grande Salle des Machines, algo muy moderno para la época.
Su entusiasmo por el teatro lo manifestó la reina participando en una obra, en 1651, haciendo el papel de una camarera.
En 1652 la salud de Cristina se resintió y un médico francés, Pierre Bourdelot, fue llamado a Estocolmo para su curación. Bourdelot consiguió la recuperación de la reina y se transformó en uno de sus favoritos, lo que provocó recelos entre otros miembros de la corte. Finalmente el médico abandonó la corte sueca y algunos favoritos reales dejaron de serlo.
LA REINA CRISTINA DE SUECIA - 1933
SINOPSIS Suecia, siglo XVII. Durante la guerra de los Treinta Años (1618-1648) muere, en la batalla de Lutzen, el rey Gustavo Adolfo de Suecia. Hereda el trono su hija Cristina, que desde la infancia se entrega en cuerpo y alma a los problemas de estado, lo que la lleva a renunciar al matrimonio con el principe Carlos Gustavo, héroe nacional y el pretendiente preferido por todos. Sin embargo, Cristina se enamora profundamente de Don Antonio, Conde de Pimentel y embajador del rey de España en Suecia. (FILMAFFINITY)
11 de Noviembre de 1918 - Se firma en Compiègne el Armisticio, que pone fin a 4 años de guerra.
El Armisticio del 11 de noviembre de 1918, también conocido como Armisticio de Compiègne, fue un tratado firmado el 11 de noviembre de 1918 entre los Aliados y el Imperio alemán, en un vagón de un tren en el bosque de Compiègne, con el fin de terminar las hostilidades en el Frente Occidental en la Primera Guerra Mundial.
Personal clave
Para los Aliados, los participantes eran completamente militares:
- El Mariscal de Francia Ferdinand Foch, comandante supremo de los Aliados.
- El General Maxime Weygand, jefe de personal de Foch (posteriormente Comandante en Jefe en 1940).
- Primer Lord del Mar Almirante Rosslyn Wemyss, representante británico.
- Contralmirante George Hope, oficial de la marina británica.
- El Capitán Jack Marriott, oficial de la marina británica.
Por el Imperio alemán:
- Matthias Erzberger, un político civil.
- El Conde Alfred von Oberndorff, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores.
- El Mayor General Detlof von Winterfeldt, del Ejército
- El Capitán Ernst Vanselow, de la Marina.
El General Weygand no se menciona en la copia francesa del documento armisticio.
Términos
Los siguiente términos que figuran son los principales:
- Terminación de las hostilidades militares dentro de las seis horas de la firma.
- El retiro inmediato de todas las tropas alemanas de Francia, Bélgica, Luxemburgo y Alsacia-Lorena.
- Posterior eliminación de todas las tropas alemanas del territorio en el lado oeste del Rin, más de 30 km a la redonda del lado derecho del Rin, también de las ciudades de Maguncia, Coblenza y Colonia con el consiguiente ocupación de ellas por las tropas aliadas y estadounidenses.
- La eliminación de todas las tropas alemanas en el Frente Oriental del territorio alemán, ya que era el 1 de agosto de 1914.
- La renuncia del Tratado de Brest-Litovsk con Rusia y del Tratado de Bucarest con Rumania.
- El internamiento de la flota alemana.
- Entrega de material: 5.000 cañones, 25.000 ametralladoras, 3.000 morteros, 1.700 aviones, 5.000 locomotoras y 150.000 vagones de ferrocarril.
EL PABELLÓN DE LOS OFICIALES - 2001
SINOPSIS Al joven Adrien en el primer día de la I Guerra Mundial (1914-1018) le estalla una bomba en pleno rostro (FILMAFFINITY)