Michel Gordillo nació en Douala (Camerún) en 1956 (de ahí su nombre francés). Habla correctamente español, francés e inglés. Es comandante de aerolínea y trabajó en IBERIA es aviones Airbús 319, 320 y 321. En total tiene más de 12.000 horas de vuelo.
Se formó en el Ejercito del Aire como componente de la XXII Promoción de la Academia General del Aire de San Javier (Murcia). Desempeño diversos destinos pilotando P-3 Orión, y más tarde volando los Falcon 20’s para importantes autoridades españolas (la familia real, ministros, etc). En 1982 obtuvo la graduación en el Curso de navegador avanzado en Mather AFB, Sacramento (California).
También es piloto de vuelo a vela y tiene el título C de plata de esta modalidad en la que es miembro del equipo nacional español.
En 1998 fue el primer piloto que voló en un avión ultraligero Kitfox desde Madrid (España) a Oshkosh (Wisconsin, Estados Unidos). Este viaje hozo historia porque recorrió la ruta larga, por el este, atravesando, Europa, Asia, Rusia y Canadá.
En 2001 dio la vuelta al mundo en un avión monoplaza ultraligero construido por él mismo. El vuelo duró unos 44 días y fue el primer español en realizar tal hazaña.
El el 5 de enero de 2006 actuando como comandante del vuelo 161 de Iberia, Michel Gordillo se negó a despegar por razones de seguridad al no haber sido subsanadas deficiencias observadas y anotadas en el avión que debía realizar el vuelo. Como consecuencia de ello fue despedido y en el procedimiento judicial subsiguiente, cuya vista fue celebrada el 22 de junio (tras un aplazamiento inicial) se declaró el despido improcedente. A pesar de ello a fecha 15.11.06, Michel Gordillo seguía sin ser readmitido en Iberia.
En 1999, con la propuesta de patrocinio de Iberia LAE (inspirada en el vuelo Madrid-Oshkosh1), el proyecto del Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire (SHYCEA) de celebrar en el año 2001 un homenaje al 75º aniversario de los grandes vuelos históricos de la aviación española, y el acuerdo del equipo de Al filo de lo imposible de TVE de filmar la aventura, nacía el proyecto Viva Tours-Iberia.
Inicialmente consistió en la construcción de un Comper Swift, avión que utilizó Rein Loring2 en 1933 en su raid a Manila. Ante la dificultad de tener la réplica lista a tiempo, opté por una alternativa de tamaño similar: el MCR01, moderno aparato de construcción amateur dotado de características superiores. El proyecto, además, se convertiría en la primera vuelta al mundo en España realizada con avión a hélice.
No fue un camino de rosas. La construcción fue larga y complicada, compensada por verdaderos amigos que me ayudaron, desplazándose incluso centenares de kilómetros sólo para venir a lijar, o recortar el frágil plexiglás de la cúpula. Incluso montaron sofisticados instrumentos electrónicos. Los días resultaron demasiados cortos.
Simultáneamente, tuve que abrir varios frentes, entre ellos el necesario soporte informático. Jeppesen aportó sendos programas llamados Flitemap (rutas y navegación) y Jeppview (aeropuertos y aproximaciones). Con una impresora portátil, dispondría además de cartografía, de impresos de récord y esquemas de sistemas, tanto en tierra como en vuelo. Mi amigo Don Pearsall diseñó una magnífica hoja web llamada Sunriseflight. En ella se podían seguir los avatares de todo el proyecto. La comunicación vía satélite Iridium permitiría tanto el envío de datos a la web, como comunicaciones de emergencia.
Con la ruta preparada, vendría la petición de los sobrevuelos: estándar y por vía diplomática, siendo los últimos gestionados por Relaciones Internacionales del Ejército del Aire y por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Los días anteriores al despegue fueron realmente difíciles y puedo afirmar que salir en fecha fue más un milagro que cualquier otra cosa. Fueron dos las salidas oficiales. La primera, la de la vuelta al mundo, se hizo desde Matacán, en Salamanca, donde tiene ahora también su sede Adventia, que junto a Senasa patrocinaba el vuelo. La segunda salida fue desde el aeródromo de Cuatro Vientos en Madrid, como homenaje a los vuelos Madrid-Manila. En ambos lugares, las despedidas fueron muy bonitas y ampliamente cubiertas por la prensa. Por fin, prácticamente al anochecer, llegamos a la Academia General del Aire, desde donde partiríamos hacia Argelia el día siguiente.
En el siguiente enlace, se puede ver el reportaje del vuelo que se hizo para el programa de TVE, (Al filo de lo Imposible)